Actualizado el lunes, 13 septiembre, 2021
Durante una semana, que se me ha hecho realmente corta, he descubierto un lugar del que poca información tenía, Eslovenia. Tan solo algunas referencias, que aludían al típico “tienes que ir, por como eres te va a encantar”. Nada más lejos de la realidad. Es un país brutal. Con montaña, días soleados y con una brisa fresca. Ideal. Así que ahí van mis primeras impresiones.
Eslovenia, para el que no la ubique, se encuentra entre Italia, Austria, Croacia y Hungría. Además, cuenta con un pequeño reducto hacía el mar Adriático. Hasta 1991 fue una de las regiones de Yugoslavia y, desde 2004, forma parte de la Unión Europea.
La República de Eslovenia tiene una superficie inferior a la que tiene, por ejemplo, Catalunya. Su población, poco más de dos millones de habitantes, vive en su gran mayoría, en núcleos superiores a las 10.000 personas.
Contenido
Las eco granjas de Eslovenia
Lejos de la capital, dónde las autopistas se convierten en pequeñas carreteras y las carreteras en pequeños caminos de tierra, pueden encontrarse eco granjas. Las de hay de todos los tipos: antiguas, modernas, dedicadas a turismo activo, de aprendizaje… pero todas tienen un denominador común: al menos el 70% de su consumo debe ser auto abastecido.
La primera granja en la que pasamos un par de días, EkoHotel Koroš en Jamnica, está dedicada al turismo de ciclistas de montaña. Ellos mismos son los responsables de la empresa Bikenomad Mountain y desde el minuto uno notas el ambiente deportivo. Cerca de la granja hay infinidad de pistas forestales de BTT e incluso podrás alquilar allí la bici, aunque lo normal es que el propio ciclista lleve la suya. El mundo de los bicivoladores es infinito. La mayoría de los huéspedes de esta granja eran austriacos.
Otra de las granjas que visitamos fue la de Matk, en la zona de Solčava. Esta granja está dedicada principalmente al turismo interno y familiar. En ella se pueden encontrar gallinas, cabras, vacas, burros, caballos, cerdos… además de multitud de zonas hortícolas. La verdad que las noches en estas granjas son muy placenteras. Me encanta oír el sonido de la naturaleza y alejarme de la civilización.
La principal motivación de hospedarse en ella es el aprendizaje de la vida en este tipo de lugares. Normalmente las familias eslovenas pasan entre 5 y 10 días conviviendo con la familia y aprendiendo sus quehaceres diarios. Esto hace que los más pequeños aprendan a convivir con la naturaleza y a aprovechar los recursos naturales de forma sostenible. No todo es, ni debe ser, asfalto.
Las rutas de BTT por Eslovenia
Pese a contar con un pequeño reducto al mar, Eslovenia tiene parte de su territorio en los Alpes, los Julianos, y está envuelto por grandes valles y montañas completamente verdes y con unas vistas espectaculares.
Los deportes que más destacan en el país son los individuales, entre ellos, el descenso y las rutas en BTT. Hay muchos puntos en los que hacer rutas de montaña con mountain bike, como las pistas que hay cerca de la granja EkoHotel Koroš, con todo tipo de niveles de dificultad. Qué decir que muchas de ellas, son en realidad, pistas de esquí en invierno. Como dirían otros, del cerdo hasta los andares… Se aprovecha todo.
Como ruta apta para todos los públicos, la carretera panorámica por Logarska Dolina, una ruta de unos 15km de dificultad media. Toda una delicia pedalear con contemplando todo el valle. Además, durante la ruta hay lugares donde parar a beber agua, miradores, etc.
Pero una de las rutas más increíbles fue la que hicimos por dentro de la mina de plomo Podzemlje Peca. Una mina con más de 1.000km de túneles y hasta 21 niveles bajo el suelo. Lleva más de 20 años sin explotarse para extraer plomo y zinc, pero actualmente la utilizan como atractivo para visitas, rutas en bici, kayak, etc. Incluso uno de los túneles que se utilizaban para subir y bajar materiales del exterior ahora es una prueba de descenso bastante conocida entre el mundo del descenso. La subimos a pie y da realmente miedo. Por no decir lo que costaba…
Ruta en kayak por la mina de plomo Podzemlje
En la mina de plomo Podzemlje Peca, en el último nivel del subsuelo accesible, el 14, se puede hacer una ruta en kayak y recorrer todos sus túneles. Es realmente alucinante. Desde el momento en que nos enfundamos el neopreno ya sabía que iba a ser espectacular.
Barranquismo por el Savinja
Confieso que nunca antes había hecho barranquismo. Me lo pasé fenomenal. El agua cortaba cual cuchillo corta la mantequilla al sol. Con los neoprenos y la adrenalina, fue lo de menos. Los saltos de agua, de hasta 35 metros de altura y los senderos estrechos eran el espacio perfecto para la actividad.
Los chicos de Adventure Valley nos cuidaron muy bien y gracias a ellos pudimos disfrutar de esta actividad al aire libre sin ningún percance.
Ruta a pie por Velika Planina, Kamnik (1.650 metros)
Uno de los lugares más bellos que pudimos descubrir fue Velika Planina, una zona en los Alpes eslovenos a más de mil seiscientos metros de altitud. Además del refugio de montaña, hay pequeñas casitas de madera en las que vivían los antiguos pastores del lugar.
En la II Guerra Mundial, fueron todas devastadas, pero se fueron reconstruyendo siguiendo el mismo estilo de antaño. Actualmente, nadie vive en invierno o en periodos de mucho frío, tan solo esquiadores y amantes de los deportes de invierno. En verano, los pastores.
La guinda la pone una de las casitas, que se restauró tal como era en la antigüedad y se conserva como museo.
A la cima se llega desde Kamniska Bistrica. Antes de subir, podemos contemplar el propio rio y sus rincones con encanto.
Se puede subir a pie, hacer un tramo en teleférico o bien en coche por un camino alternativo, siempre que no esté en malas condiciones debido a la climatología.
La capital: Liubliana
Liubliana o Ljubljana, me sorprendió completamente. Es una ciudad cuyo centro se recorre a pie en un par de horas y es prácticamente llano, sin grandes desniveles.
Lo que más me llamó la atención es la cantidad de puestecillos y mercadillos ambulantes por la ciudad. Me chiflan. Además coincidió que vimos el Open Kitchen, una agrupación de puestos de comida de todo el mundo. Estaba lleno de gente y tenía todo un pintón…
La noche tampoco me dejó indiferente, la gente sale. La zona del centro, llena de bares con terracita y restaurantes estaba llena. No cabía un alfiler. Con el buen tiempo hay que aprovechar hasta el último minuto.
Los edificios también son muy singulares. Por ejemplo el Parlamento esloveno, con esta entrada.
Y, sin duda, Metelkova, la zona alternativa de Ljubljana, es el lugar del arte sin escrúpulos, del arte callejero, del míralo y no lo juzgues, del respeta y te respetarán. Está ubicado en un antiguo cuartel militar, que quedó abandonado y fue ocupado por todos y nadie. Hay algún bar, la gente se reúne para fumar, montar en skate, unos tragos… Pero de buen rollo ¿eh?
Ha sido una semana muy intensa. Una semana descubriendo un país pequeño pero con mucha vida. Su gente, su naturaleza, su brisa fresca… Una semana compartida con grandes personas como Rubén de Algo que recordar, Sara de Viajar lo cura todo y David de Tragaviajes. Me llevo risas, buenos momentos y tres amigos. He tenido un apoyo fenomenal por parte de los tres. De todos he aprendido algo y con ellos he sentido algo que no se puede comprar: compañerismo. ¿Qué más se puede pedir? Pediría volver a Eslovenia y que no se haya convertido en… que siga siendo… que todavía esté…
Por supuesto, agradecer el trato que hemos tenido por parte de Tilen, nuestro guía durante toda la semana. Sin duda, el mejor guía de Eslovenia.
El contenido de este artículo forma parte de mi experiencia personal durante el blogtrip #ifeelsLOVEnia organizado por Feel Slovenia e Interface Tourism Spain.
1 Comentario