Lo confieso, soy una enamorada de Galicia, en concreto de Pontevedra. Es uno de esos lugares a los que a una le llaman la atención desde el primer momento sin saber muy bien por qué. Es una atracción entre el destino y uno mismo que no tiene explicación, simplemente sientes la necesidad de viajar para conocerlo. En mi caso, el viaje duró aproximadamente un año. Lo considero mi viaje iniciático, una experiencia que sin duda me ha hecho cambiar en muchos aspectos de mi vida y me ha hecho crecer como persona.