Actualizado el lunes, 20 junio, 2022
A una media media hora sn coche de Alghero, se encuentra la Gruta de Neptuno o Grotte di Neptuno. Una cueva con 4 salas llenas de estalactitas, estalagmitas y la curiosas estalactitas concéntricas que desafían a la gravedad y no son nada sencillas de ver. Así es como puedes visitar esta asombrosa gruta al oeste de Cerdeña.
Cómo llegar a la gruta de Neptuno
Llegar hasta la misma entrada es relativamente sencillo. Hemos visto desde excursiones organizadas, autobuses públicos o coches y motos de alquiler. Las visitas son cada hora de 9:00 de la mañana a 19:00 de la tarde. El coste de la entrada normal es de 14 euros y la reducida de 10 euros. La visita guiada en italiano o infles dura aproximadamente 45 min y merece la pena.
Una vez comprada la entrada tendrás que bajar 654 escalones por la escalera del Cabirol que desciende 110 m por el acantilado. Una vez llegado a la boca de la gruta, la visita guiada discurre por cuatro salas y senderos de bosques de estalactitas y estalagmitas (que no se pueden tocar), ya que su desarrollo es de 1 cm cada unos 100 años. 
Visitada por la realeza, la cueva empezó a tener acceso al público al rededor de los años 50. Nada más entrar verás un lago de agua salada que varía su nivel hasta los 40 cm, pero que en la antiguedad llegó a alcanzar los 5 metros de altura visibles por 2 marcas en la pared. También verás una estalagmita con forma de árbol de navidad de 6 metros de altura, un órgano y una playa. Lo mejor se encuentra en la última sala: las curiosas estalactitas concéntricas que desafían la gravedad y hacen formaciones que nos recuerdan a una pared de coral. Muy difíciles de ver, ya que su origen es incierto y no tiene una explicación científica.
La ultima parte de la visita te adentra en un pequeño recorrido entre estalactitas y estalacmitas. Una vez finalizada la visita, toca deshacer el camino y afrontar los 654 escalones de subida. No te voy a mentir, cansa y mucho. Te recomiendo hacer la visita a primera hora para que el recorrido sea a la sombra y con una temperatuta agradable. Aún habiendo hecho la visita en mayo a las 9:00 de la mañana, a mi regreso sobre las 10:00 ya hacía bastante calor con un índice UVA de 8.
Qué ver en los alrededores
A pocos metros hay un sendero ascendente que lleva hasta un faro. La ruta que parte del mirador hacia el acantilado estaba cerrada cuando nosotros fuimos, pero también es una buena opción. Cerca existe una cantidad de calas preciosas con agua turquesa en las que darte un baño. Nosotros accedimos a una cala de una urbanización privada en la que sus propietarios nos invitaron a pasar un día de playa inolvidable.
Por la tarde volvimos a Alghero para seguir visitando sus monumentos y tomar un Aperol acompañado del embutido en una terracita al atardecer. No se puede pedir más a un día intenso que combina historia, playa u gastronomía a partes iguales.
