Son muchas las anécdotas que nos sucedieron en el Tour por Europa que realizamos en diciembre de 2015. Ya os conté las que nos topamos en Amsterdam. Hoy le toca el turno a Londres, las mejores anécdotas de la ciudad más cosmopolita de Europa. Además de esto, si quieres ver un resumen de la ruta, dónde comer, dormir y cómo viajar, puedes hacerlo en la guía Move, Taste & Dream.
Bruselas, capital europea, ¡espérame que vamos! Y allá que nos plantamos, aunque solo fuera de forma fugaz, un par de noches. La idea preconcebida con la que vas a Bruselas es bien diferente, en la mayoría de los casos, de lo que te vas a encontrar en realidad. No te pienses tampoco que es una mierda, pero tampoco es… tanto como para ser la capital de la zona euro. Una cosa buena, hay tiendas de piel y cosas así muy bien de precio.
Podría contarte muchas cosas sobre Amsterdam pero, a veces, una imagen vale más que mil palabras. Es cierto que guardamos muchas anécdotas de la ciudad invadida por la bicis. Si es la primera vez que viajas a Amsterdam puedes pasarte por Amsterdam for Dummies.
Después de un viaje de 12 días en los que recorrimos Londres, Brujas, Gante, Bruselas y Amsterdam, hoy os cuento las anécdotas que vivimos en la ciudad del pecado. Seguramente fueron más, pero estas son las que más y mejor recuerdo, quizás, porque nos hicieron reír mucho. Si queréis ver un resumen de la ruta, donde comer, dormir y cómo viajar, podéis hacerlo en la guía Move, Taste & Dream.
Los mercados molan: me chiflan, me entusiasman, me encantizan ¿existe este adjetivo? No consigo recordar donde he escuchado este tipo de expresión. Alex teme cada vez que le propongo visitar un mercado.
Una de las principales razones por las que viajamos a Bélgica fue para visitar Brujas. Bruselas nunca ha llamado mucho nuestra atención pero… ¿Cómo no íbamos a visitar la Capital Europea?
Amsterdam. A secas. Así, como con ímpetu. Cuando no has ido nunca te suena como que es lo más. Todo el mundo ha ido, todo el mundo habla, todo el mundo… Sí, lo mismo que te podría decir de Londres. Lo que pasa es que te come la euforia por ir y vivir lo que te cuentan que otra cosa. Pero la verdad es que ni tus conocidos han ido, ni todo lo que se cuenta es cierto.