Lo confieso, soy una enamorada de Galicia, en concreto de Pontevedra. Es uno de esos lugares a los que a una le llaman la atención desde el primer momento sin saber muy bien por qué. Es una atracción entre el destino y uno mismo que no tiene explicación, simplemente sientes la necesidad de viajar para conocerlo. En mi caso, el viaje duró aproximadamente un año. Lo considero mi viaje iniciático, una experiencia que sin duda me ha hecho cambiar en muchos aspectos de mi vida y me ha hecho crecer como persona.
A raíz de buscar fotos de comida para “Sicilia, un paraíso gastronómico” me he percatado de dos cosas: 1. Soy un desastre almacenado las fotografías de nuestros viajes; si quieres que no te pase como a mi, puedes echarle un ojo a “Almacena bien tus recuerdos”. Y 2. Ser un desastre me ha servido para localizar fotos que me han dado ideas para algún post relacionado con mi tierra: Bizkaia.
Todo comienza cuando decides que las próximas Navidades las pasarás en el extranjero, sin tu familia y sin tus amigos pero con un gran compañero de viaje y de vida. Al principio sientes inquietud, inseguridad… no tienes claro si esa decisión será la más acertada. Es miedo a lo desconocido.