#RestaurantLoverWeek Restaurante Silvestre, Barcelona

Actualizado el domingo, 5 junio, 2016

Hace unos días, el equipo de Wanderlust Memories tuvo la oportunidad de cenar en el Restaurante Silvestre en Barcelona, con motivo del evento #RestaurantLoverWeek. Esta iniciativa nos brinda la oportunidad de degustar los menús de los mejores restaurantes de Barcelona y Madrid a un precio reducido durante un tiempo limitado.

 

#RestaurantLoverWeek

 

Restaurante Silvestre

Se encuentra en la calle Santaló, 101 de Barcelona, haciendo prácticamente esquina con Vía Augusta. En pleno distrito de Sarrià-Sant Gervasi, la mejor opción para llegar es a través de Ferrocarrils de la Generalitat (FGC Línia Vallès), parando en Muntaner.

El local dónde se ubica, le encaja como anillo al dedo, ya que tiene el estilo arquitectónico ideal para un lugar como el Silvestre. Los techos no muy altos y la luz a una determinada temperatura hacen que se convierta en un espacio muy acogedor e idóneo para relajarse y cenar después de una jornada intensiva. Sitios como este son frecuentados por personas residentes en Barcelona, que buscan un trato además de amable, cercano.

Es regentado por Marta y Guillermo, ella atendiendo de una forma más personal a los nuevos o recurrentes clientes y él, a los mandos de la cocina como Chef.

El menú preparado para la ocasión constaba de dos entrantes, dos primeros, dos segundos y dos postres. Todo ello acompañado de una copa de Cava Anna de Codorniu y una botella de vino tinto Raïmat.

Como entrante, Alex escogió la Ensalada de espinacas con salmón y mayonesa suave de wasabi, un plato con toques orientales y una salsa exquisita. Además, el punto del salmón “era el justo, ni mucho ni poco, una delicia”. Patri por su parte, no pudo resistirse a probar los Fettuccine salteados con setas y foie. En este plato de pasta tradicional, el foie como producto estrella, “estaba a la altura de una pasta al dente abrumadora”.

De primero Patri pidió Arroz caldoso de pescado mientras que Alex se decantó por el Parmentier de patata con rabo de buey deshuesado. La ejecución del caldo que bañaba el arroz era capaz de transmitir una gama de sabores muy difícil de mejorar, ya que “estaba buenísimo”. En cuanto al plato de Alex, la patata escogida para el Parmentier y la frescura y ternura de la carne fueron el factor determinante para hacer que la mezcla te dejara “una sensación en el paladar inigualable”.

Pasando a los segundos, había Merluza con puerros y romesco y Ternera fileteada con salsa bearnesa, que escogieron Patri y Alex respectivamente. El pescado bañado por una salsa romesco, le daba al plato un toque montañés que compaginaba muy bien con el sabor y la textura de la merluza. Por otra parte, la ternera estaba cortada con mucho tacto y marcada al punto. La emulsión de mantequilla y huevo con estragón, entre otros, (salsa bearnesa), bañaba la carne muy sutilmente dándole un toque más fresco y ligero.

Para finalizar el menú, la opción de postre era Fondant de avellana que degustó Alex y, Tartaleta de frambuesas con crema pastelera para Patri. El primero era una especie de magdalena rellena de una crema de avellana que impregnaba por dentro el bizcocho de una forma sublime. El segundo, una base de hojaldre crujiente cubierta de frambuesas silvestres en su justo punto de maduración, todo ello cubierto de crema pastelera.

Este artículo ha sido elaborado en el marco del evento #RestaurantLoverWeek organizado por Atrápalo y gracias a un sorteo celebrado por “De café por Barcelona”, en el que Wanderlust Memories resultó ganador.