Actualizado el domingo, 5 junio, 2016
Catalunya es una comunidad en la que predomina la cocina mediterránea, siendo típicos platos como la escalivada, los cargols, el pa amb tomàquet, los panellets, la escudella y los calçots, entre otros. La calçotada es una fiesta popular que tiene origen en Valls (Alt Camp).
El calçot es una variedad de cebolla conocida como “puerro tardío de Lleida” y es originaria de Valls, situado en la comarca del Alt Camp, en la provincia de Tarragona. La temporada comienza en noviembre y finaliza entorno a la Semana Santa.
Cuenta la leyenda que a finales del siglo XIX un campesino de la zona de Valls puso unas cebollas a la brasa y por descuido se le quemaron. En vez de tirar las cebollas, les quitó la capa exterior y descubrió que el interior estaba tierno y sabroso. Hoy en día, es costumbre comerlos con salsa romesco, originaria de Tarragona.
Nos vamos de calçotada
Hace una semana acudí a una masía situada en Reus para celebrar una de las fiestas gastronómicas más relevantes de Catalunya: la calçotada. Tras carbonizar los calçots en la brasa, se envuelven en papel de periódico para que terminen se hacerse y mantengan el calor. En los restaurantes es costumbre servirlos en una teja de barro.
En definitiva, una calçotada es una excusa perfecta para juntar a los amigos y hacer una estupenda barbacoa en la que no puede faltar carne a la brasa, mongetes amb butifarra, pa amb tomàquet y por supuesto los calçots.