El domingo embarqué en el vuelo SSH1200 con salida Barcelona y destino Japón. Sin alas y sin moverme del suelo, directo a elaborar un sushi de calidad. Todo se coció desde la calle Sant Lluís, en el Taller de Sabores.
El sonido de las olas ruge mientras los rayos de luz se cuelan entre las cortinas de tu habitación. Es tu primer amanecer en La Palma y te espera un día de sensaciones y experiencias gastronómicas que no te dejarán indiferente.
Hace unos días, el equipo de Wanderlust Memories tuvo la oportunidad de cenar en el Restaurante Silvestre en Barcelona, con motivo del evento #RestaurantLoverWeek. Esta iniciativa nos brinda la oportunidad de degustar los menús de los mejores restaurantes de Barcelona y Madrid a un precio reducido durante un tiempo limitado.
Cierra los ojos y déjate llevar por los olores y sabores de una isla desconocida para muchos. El ritmo de la música te invita a transportarte a un paraíso que está mucho más cerca de lo que te imaginas. Después de esta experiencia no tendrás excusa para no viajar a La Palma. Mis palabras intentarán que cale hondo una historia de tradición, pasión e innovación. Se trata de La Palma: la Isla Bonita. Pequeña en tamaño pero con un corazón que no cabe en su diminuta dimensión.
La estratégica situación geográfica de Sicilia ha fomentado que diferentes civilizaciones decidieran afincarse en la isla y dejaran un legado gastronómico que el viajero puede degustar visitando los lugares menos frecuentados por los turistas. La clave de que la cocina siciliana sea única es la fusión de las culturas que han impregnado la isla de olores y sabores. Griegos, romanos, árabes y españoles han contribuido a generar una gastronomía muy variada y saludable.
Catalunya es una comunidad en la que predomina la cocina mediterránea, siendo típicos platos como la escalivada, los cargols, el pa amb tomàquet, los panellets, la escudella y los calçots, entre otros. La calçotada es una fiesta popular que tiene origen en Valls (Alt Camp).
Los vascos estamos acostumbrados a que las barras de los bares estén repletas de pintxos, pequeños bocados que habitualmente llevan un palillo por bandera. Los hay para el disfrute de todos los paladares; lo más probable es que no sepas a cuál de todos hincarle el diente.
¿Qué mejor plan para pasar unos días en Bilbao que hacer una ruta por los mejores bares y probar estas pequeñas delicias? Según mis gustos y criterio de buena Bilbaína, estos son los 5 bares a los que tenéis que acudir sí o sí cuando visitéis Bilbao.
Siempre he sido muy fan de probar los productos típicos de los lugares a los que viajo. A través de la gastronomía conocemos la cultura y costumbres que tenemos en los diferentes puntos del planeta. Es apasionante ver como dentro de un mismo país las tradiciones gastronómicas son tan dispares; existe un hilo conductor pero cada enclave impone su carácter a la hora de elaborar una receta.